domingo, 29 de abril de 2012

Reflexiones...

Para las personas, y sociedades en general, la ropa y los adornos corporales forman parte de comunicación no verbal: indicar su ocupación, categoría, género, disponibilidad sexual, clase, riqueza, etc... Podríamos decir que la moda es una forma de "libertad de expresión". Lo que usamos, cómo y cuándo lo usamos, proporciona a otros una clara visión, supuestamente, de como somos. 

La moda podría definirse como un lenguaje de signos, símbolos e iconografías que transmite una información clara y directa de lo que queremos que los demás piensen de nosotros. Con ella expresamos nuestra identidad individual. Hoy en día impera una patética obligación de reformar y reestructurar nuestros cuerpos, supervisando constantemente el ideal de belleza y ello nos deja una moda que cambia constantemente. Aquellos que deciden "ir a la moda" pase lo que pase acabarán dentro de un mundo de cirugias o dietas, impuestas por los grandes Gurús de la moda y la estética, llegando a ser "dioses".

La gente que decide mantener de forma constante su estilo y no sigue las tendencias pueden convertirse, a ojo de los que presumen de entender de moda, en personas anticuadas e, incluso, en personas no aptas para acudir a determinadas citas. Es por esto que mucha gente decide esforzarse por mantener un aspecto que no desentone de su círculo de amistades o profesional. Pero, ¿debemos preocuparnos tanto por el tema estético hasta el punto de no mostrar cómo somos en realidad? O, ¿quizás deberíamos vestir, simplemente, como nos guste sin la necesidad de bebernos revistas de moda? ¡¡Vosotr@s decidís!!


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