martes, 29 de enero de 2013

Abdicación de la reina Beatriz de Holanda


No puedo ocultar que tengo una vena monárquica que me sale de vez en cuando. Por ello me apetece dedicarle esta entrada a una de los monarcas europeos que siguen en activo. Ella es Beatriz de Holanda. La Reina ofreció el pasado 28 de enero un discurso en el que anunciaba su abdicación a favor de su hijo Guillermo, la cual será efectiva el próximo 30 de abril. Beatriz volverá a utilizar el título de princesa holandesa y, junto con su hijo, reinará la argentina Máxima Zorreguieta.




Siempre me ha parecido una señora correcta que ha ganado a su pueblo con trabajo y constancia y lo ha demostrado ahora, sabiendo que ha llegado el momento de dar paso a una nueva generación. Ha antepuesto la imagen de la Monarquía a sus ganas de permanecer en el trono, puesto que ni la edad ni los golpes que la vida le ha dado no pasan de largo (recordemos que su hijo, el príncipe Friso, está en coma desde hace un año).

Un pequeño recorrido a su vida: la Reina nació en 1938 en los Países Bajos. Fue la hija mayor de la reina Juliana de los Países Bajos y el Príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfield. En 1966 se casó con el diplomático Claus van Amsberg y tuvieron tres hijos: Guillermo, su heredero, casado con Máxima Zorreguieta; Friso, casado con Mabel Wisse y Constantino, casado con Laurentien Brinkhorst. Beatriz fue coronada el 30 de abril de 1980.





¿Y la futura reina holandesa? Pues será una hispana, como hemos dicho anteriormente, la argentina Máxima Zorreguieta. Se convirtió en princesa el 2 de febrero del 2002, tras casarse con el heredero holandés. Para dicho enlace, Máxima decidió que la vistiera el modisto italiano Valentino. El diseño del vestido, de corte clásico y muy sencillo, tenía manga larga ajustada, discreto cuello redondeado y cuerpo liso, sin ningún tipo de adorno. El velo, confeccionado en tul de seda con detalles florales hechos a mano, estaba sujeto con una deslumbrante y valiosísima tiara de estrellas, la misma que lució la reina Beatriz en su boda con el príncipe Claus hace 35 años. Finalmente, la novia lucía unos sencillos pendientes largos, formados por un hilo de diamante terminado en una pequeña bola y una pulsera de diamantes engarzados en platino a juego como únicos adornos. 


 





Máxima es ese tipo de mujeres que se lo pueden permitir todo. Viste con todo tipo de colores sin que la veamos fea, hortera u horrenda. Un estilo clásico en el corte de la ropa, pero con ese toque atrevido que la hace unica a la hora de vestir.








¡Le deseamos todo lo mejor a la futura reina de los holandeses! Y que nos siga dando esas caras de felicidad y esos estilismos tan estupendos como hasta ahora :)

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