lunes, 7 de febrero de 2011

Cartier: Relojes

Me gustaría hablar de unas de las casas de joyería y relojería que yo más admiro. Me refiero a Cartier.

La historia de Cartier comienza en 1847, cuando Louis-François Cartier heresa de manos de su maestro su primera joyería, situada en el 29 de la rue Montorgueil de París. Tuvo muchísimo éxito, tanto que en 1899 su hijo Alfred Cartier decidió trasladarse al domicilio que sigue teniendo en este momento la joyería, el emblemático 13 de la rue de la Paix, en pleno centro de París.  Fue el pistoletazo de salida, no sólo para Cartier, sino para muchas otras marcas de joyería que siguieron su ejemplo y se instalaron en la misma calle, consiguiendo concentrar en ella todo el talento joyero de París, entre los que Cartier tenía un lugar especial. Sin embargo la marca tadó varios años en salir de las fronteras de Francia. Sólo se instaló en Londres (1902) y Nueva York (1909) después de que los tres hijos de Alfred tomaran la dirección de la marca: Louis, Pierre y Jacques.

Centrándonos en la relojeria, Cartier creó el primer modelo de reloj de pulsera: El modelo Santos.



Este modelo nació de casualidad, fruto de una conversación entre amigos. Louis Cartier hablaba con su amigo Alberto Santos-Dumont (aviador), que se quejaba que durante los vuelos no podía ver la hora en su reloj de bolsillo, así que Louis, junto con el maestro relojero Edmond Jaeger idearon el reloj de pulsera para solucionar los problemas de su amigo.
Como veis los diseños de relojes de Cartier desde el principio nacieron marcados por la originalidad y la innovación, hoy por hoy no es menos, entre sus modelos podemos ver formas divertidas, elegantes, simples o recargadas, los hay para todos los gustos.

Uno de mis preferidos es el Ballerine. Me encanta ver como sus formas suaves "bailan" en la muñeca.

Se caracteriza por la forma de su correa, irregular, con pequeñas ondulaciones, que le dan un toque original, joven y divertido a tu muñeca. Las mismas ondulaciones que de forma más sencilla están presentes en la esfera. El reloj está disponible en los tres oros: amarillo, blanco y rosa. Los modelos en oro blanco son más fríos, el de oro rosa es más femenino y el de oro es más señorial, yo como siempre me quedo con el frío, el de oro blanco con diamantes.

Por último, mis preferidos, los modelos de la colección Tank. Son los relojes por excelencia de Cartier y los han hecho conocidos estrellas del panorama social como Jacky Kenedy, Diana de Gales o Michelle Obama.




Estos relojes se caracterizan por su correa de piel, en distintos colores; una caja rectangular y números romanos (colocados siempre en la misma posición). Las fotos que adjunto son, en primer lugar del modelo Louis: con correa camel, cara en oro y un cabujón de zafiro. La segunda foto es el modelo Solo: correa en piel de reptil negra, caja en oro blanco y cabujón de zafiro abrazado por un pavé de diamantes.

Más adelante hablaremos de la joyería, pero en este post quería centrarme en los relojes, piezas que a mi me parecen magníficas pero que en ocasiones quedan en un segundo lugar. Son piezas elegantes y sencillas para el día y sofisticadas para la noche, en definitiva, unos relojes que son perfectos para cada ocasión.

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