Ojeando las revistas especializadas en moda de este mes (que ya traen las tendendias de esta primavera/verano) he corroborado que, como ya vimos en París, se va a llevar mucho vuelo en las prendas. El vestido gana por goleada, y cuanto más largo mejor... Lo que me ha causado un poco de terror han sido las tablas o plisados. No se porque, pero les tengo manía. No son una forma que pueda vestir cualquier mujer y mucho menos de cualquier forma. Si no queremos consiguir el temido efecto "mesa de camilla", tenemos que tener muy clara la forma de nuestro cuerpo y adaptar el vestido, la falda o la camisa lo más posible a la cintura. Otro de los efectos que podemos conseguir con los plisados es el "premamá". Eso sí, estos vestidos son los ideales para aquellas muejeres en estado de buena esperanza, pero para las que no lo estamos sigue siendo un efecto incómodo (auqnue bajo mi punto de vista es mucho mejor que el otro). En definitiva, si nos plantamos plisados este verano, debemos intentar que se ciña lo más posible al cuerpo y así, vernos estupendas con estas prendas.
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